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sábado, 29 de agosto de 2015

Tabla de Snacks Venezolanos



Con gran satisfacción y gratitud les presento la versión de prueba de la aplicación para móviles “Tabla de Snacks Venezolanos”.


Una aplicación diferente, amena, y didáctica, que desearía fuese leída y tomada en cuenta, por los consumidores, profesionales expertos en el área de la nutrición y empresas del sector, para consultar la información sobre la cantidad de calorías, grasas, carbohidratos, proteínas, sodio y fibra que contiene una ración de alimento de cerca de 500 productos, que seguirá creciendo cada día.
Para su comodidad de búsqueda los productos se han clasificado en los siguientes grupos: Barquillas, Barras, Bebidas, Caramelos, Cereales, Chocolates, Colados, Croissants/Cachitos, Frutos secos, Galletas, Gomas de mascar, Helados, Palomitas para microondas, Plátano/Tubérculos, Tortas/Panqués/Panes dulces, Yogurts, y Otros.
Con esta tabla los consumidores podrán:
  • Conocer la información nutricional de los productos alimenticios para que escojan con el mejor criterio los que se adecúen a sus necesidades.
  • Comparar la información nutricional con otros productos similares en el mercado.
  • Conocer nuevos productos que podrán integrar a su dieta.
  • Identificar los “Productos Sin Gluten”, según lo referido por los fabricantes en su etiquetado nutricional.

Con esta tabla los Profesionales de la Nutrición podrán:
  • Calcular o estimar la ingesta calórica de un individuo/paciente con fines clínicos o de investigación.
  • Ofrecer mayores opciones de productos saludables a sus pacientes, acorde a su estado nutricional.
  • Facilitar la labor de educación nutricional a individuos o grupos.

Con esta tabla las empresas de la industria de alimentos podrán:
  • Analizar si la información nutricional suministrada en sus etiquetados es completa y veraz.
  • Tener una vía de contacto para conocer cómo realizar o mejorar la información nutricional de sus productos.
  • Brindarle a sus consumidores una vía de contacto para que conozcan sus productos a fondo.
   
Trabajo basado en la publicación científica:
De Sousa G, Hernández P, Morón M, Ávila A, Lares M. Estudio de la composición de nutrientes en el etiquetado nutricional de productos alimenticios industrializados, tipo snack. INHRR. 2014; En Prensa.

 

Descárgala desde tu Play Store.


domingo, 12 de julio de 2015

¿Sabías que somos más propensos a engordar en situaciones de estrés?


El estrés está cada vez más presente en nuestra vida cotidiana.
Si salimos tarde al trabajo y hubo un choque en la vía ¡Estrés! Si se acerca la fecha de pagar el alquiler y aún no completamos la cifra ¡Estrés!


Si bien sabemos que muchas situaciones pueden generarnos estrés, no muchos conocen de qué manera éste puede ayudarnos a engordar. Fíjense que dije “engordar” y no sólo “subir de peso”, pues podemos subir de peso a expensas de músculo. Pero durante estas situaciones aumentamos de peso es a expensas de grasa.

¡Sí! Esa que se acumula en nuestro vientre, piernas y caderas. 

 

Y esto se debe a que, en situaciones estresantes, nuestro cerebro activa una cascada de reacciones para que nuestro cuerpo afronte esa situación percibida como “peligrosa”; sin importar si la misma es que nos va a devorar un dinosaurio (como pasaba en la prehistoria) y tenemos que huir, o que debemos entregar ese importante informe a nuestro jefe antes de las 5 p.m. y… ¡aún no está listo!

Nuestro cuerpo va a reaccionar muy similar en ambos casos, pues se prepara para la situación de peligro percibida, sin importar cuál sea esta. 



Una de las tantas respuestas fisiológicas que tiene nuestro organismo a todo ésto es asegurarse de que cuenta con reservas de energía suficientes para afrontar el peligro. Y sí, esas reservas no son más que esa grasita que tanto queremos eliminar de nuestro abdomen y caderas. ¡Y es lógico!

¿Qué pasaría si nos avisaran que se aproxima un desastre natural? Mantendríamos en nuestras despensas una reserva de alimentos para enfrentar la emergencia ¿verdad? ¡Pues así funciona nuestro organismo! 

Por esto debemos evitar ingerir alimentos hipercalóricos, como frituras, o que nos aporten calorías vacías, como dulces y chucherías. 

Exactamente, ¡lo que más comemos en ese tipo de situaciones! 



La actividad física es otro gran aliado que podemos usar a nuestro favor para quemar esas calorías de más que solemos consumir en estos períodos. No olvidemos tampoco que durante el ejercicio nuestro cuerpo secreta otro tipo de hormonas que contrarrestan el efecto del estrés, como son las endorfinas, que no sólo nos hacen sentir más relajados, sino que favorecen el vaciado de esos bolsillitos de grasa de nuestro organismo. ¿Fabuloso no? 



Es por esto que en períodos de estrés debemos alimentarnos más saludablemente (consumiendo más frutas y vegetales, y menos comida chatarra) y apegarnos más a nuestra rutina diaria de actividad física.



viernes, 3 de abril de 2015

Día Mundial de la Salud 2015



El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril de cada año en conmemoración del aniversario de fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Anualmente se elige un tema relacionado con un área prioritaria de la salud pública, este año el tema es:


Inocuidad de los alimentos




La inocuidad de los alimentos que consumimos es una responsabilidad compartida de:
• Instituciones,
• Campesinos, 
Los que transportan, almacenan y preparan alimentos,
• Profesionales sanitarios y
Consumidores.


Todos intervenimos en la cadena que lleva los alimentos desde el campo hasta la mesa.

Según señala la OMS, la mayoría de las enfermedades producidas por alimentos pueden reducirse si la manipulación es adecuada en todos los puntos de la cadena alimentaria, a eso hay que agregarle que los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos, o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que pueden ir desde las diarreas hasta el cáncer.



Cinco claves para la inocuidad de los alimentos




"Sólo porque algo parezca limpio no significa que lo esté. Son necesarias más de 2.500 millones de bacterias para enturbiar 250 ml de agua; sin embargo, en algunos casos, son suficientes de 15 a 20 bacterias patógenas para que alguien enferme".


A continuación, les dejo un afiche de la Universidad de La Sabana (Colombia) basado en información suministrada por la OMS en la que se muestra de manera detallada el procedimiento a seguir para realizar un correcto lavado de manos. Es un procedimiento que dura apenas entre 20 y 30 segundos pero que aporta grandes beneficios a nuestra salud y la de nuestros seres queridos; recuerden que al momento de preparar los alimentos en nuestros hogares somos responsables también de la salud de las personas que consumen los alimentos que cocinamos.


"Con frecuencia, las manos transportan microorganismos de un lugar a otro, por lo que el lavado de las manos es muy importante".

Debería lavarse las manos:


  • antes de manipular alimentos y con frecuencia
  • durante su preparación;
  • antes de comer;
  • después de ir al baño;
  • después de manipular carnes rojas o de ave crudas;
  • después de cambiar el pañal a un bebé;
  • después de sonarse la nariz;
  • después de tocar basura;
  • después de manipular sustancias químicas (incluidas las utilizadas para limpiar);
  • después de jugar con mascotas; y
  • después de fumar.

Si bien las manos son vehículos importantes para transportar microorganismos y esparcir enfermedades, no debemos olvidar que el correcto lavado e higienización de los utensilios que usamos para preparar y consumir alimentos es un aspecto que también debemos considerar como manipuladores de alimentos:



Las plagas (ratas, ratones, pájaros, cucarachas, moscas y otros insectos) y las mascotas mascotas (perros, gatos, pájaros, entre otros) también pueden transportar a los alimentos y utensilios y superficies en contacto con éstos, microorganismos y parásitos nocivos para la salud.

Nota importante: "Los gatos portan un parásito que puede contaminar los alimentos y causar graves enfermedades a los bebés en el útero materno. Mantenga los gatos alejados de las zonas de preparación y conservación de los alimentos".


En este sentido, para proteger los alimentos contra las plagas es preciso:
  • mantener los alimentos cubiertos o en recipientes cerrados;
  • mantener cerrados los cubos de basura y tirar la basura con regularidad;
  • mantener en buen estado las zonas de preparación de los alimentos (reparar las grietas y los agujeros de las paredes);
  • usar cebos o insecticidas para matar los insectos y otros animales molestos (cuidando de no contaminar los alimentos); y
  • mantener los animales domésticos fuera de las zonas de preparación de alimentos.




La separación de los alimentos crudos y los preparados previene la transferencia de microorganismos.

En este punto debemos aclarar el concepto de “contaminación cruzada” la cual, según  la define el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC por sus siglas en inglés), consiste en el trasvase de microorganismos patógenos (que provocan enfermedades) de unos alimentos contaminados (normalmente, crudos) a otros alimentos, tanto de manera directa como indirecta (utensilios y superficies contaminadas). Es una de las principales causas de intoxicación alimentaria, pero es fácil de prevenir.


Cómo mantener separados los alimentos crudos y los cocinados


  • Al hacer la compra, mantenga separados la carne roja, la carne de ave y el pescado crudos de los demás alimentos.
  • En el refrigerador, guarde la carne roja, la carne de ave y el pescado crudos debajo de los alimentos cocinados o listos para el consumo para evitar la contaminación cruzada.
  • Guarde los alimentos en recipientes con tapas para evitar el contacto entre los crudos y los cocinados.
  • Lave los platos que hayan estado en contacto con alimentos crudos. Utilice un plato limpio para los alimentos cocinados.

Nota importante: "Los líquidos utilizados para marinar la carne cruda no se deberían verter sobre la carne cuando ésta esté cocinada y lista para el consumo."





Cocción segura en el horno microondas


  • Los hornos microondas pueden cocinar el alimento de forma desigual y dejar partes frías donde las bacterias peligrosas pueden sobrevivir. Asegúrese de que los alimentos cocinados en el microondas han alcanzado una temperatura segura de forma uniforme.
  • Algunos envases de plástico liberan sustancias químicas tóxicas cuando se calientan, por lo que no deberían utilizarse para calentar alimentos en el microondas.



Si no se dispone de termómetro...
  • Cocine la carne de ave hasta que los jugos sean claros y el interior deje de estar rosado;
  • Cocine los huevos y el pescado hasta que estén completamente calientes; y
  • Lleve a ebullición los alimentos con gran cantidad de líquido como las sopas o los guisos y continúe hirviéndolos durante al menos 1 minuto.





La descongelación segura de alimentos en el microondas

Los hornos microondas se pueden utilizar para descongelar alimentos, pero pueden dejar partes calientes en donde los microorganismos pueden crecer. Los alimentos descongelados en el microondas deberían cocinarse inmediatamente.










Fuente: OMS, 2007. Manual sobre las cinco claves para la inocuidad de los alimentos. Francia. 


Adicionalmente, les dejo un video que hace parte de la campaña educativa que lleva a cabo este año la OMS correspondiente al Día Mundial de la Salud denominado: "Las cinco claves para la inocuidad de los alimentos" en el que se refleja de manera didáctica los pasos que debemos seguir en nuestros hogares para preparar alimentos inocuos para el consumo.



Por último, los invito a visitar el siguiente link de la página Eroski Consumer en el que se muestra una Infografía corta relacionada con la Manipulación de los Alimentos en el que se resumen también las pautas a seguir en la manipulación doméstica de los alimentos:



Espero el material ofrecido en esta publicación sea de utilidad para ustedes. 

¡Hasta una próxima visita!

lunes, 23 de marzo de 2015

Conociendo la Acrilamida y su presencia en los alimentos


Desde hace miles de años el calor ha sido una herramienta útil para asegurar la ingesta de alimentos inocuos, ya que la correcta cocción de los mismos elimina la mayor parte de los microorganismos patógenos o peligrosos para la salud. Adicionalmente, modifica algunas de sus características (sabor, color, olor…) haciéndolo más apetecible para su consumo e incrementando su digestibilidad, permitiendo que asimilemos mejor muchos nutrientes.


Sin embargo, el proceso de calentamiento de los alimentos puede generar la formación de sustancias perjudiciales para la salud si no se realiza de manera adecuada y se abusa de las altas temperaturas. Una de estas sustancias que ha despertado un gran interés entre los científicos y los medios de comunicación en los últimos años es la acrilamida.


¿Qué es la acrilamida?


La acrilamida es una sustancia química utilizada primordialmente como elemento fundamental para formar copolímeros de poliacrilamida y acrilamida, los cuales son usados en gran variedad de procesos industriales entre los que se cuentan la producción de papel, tintes y plásticos; así como también en el tratamiento de agua potable y aguas residuales, incluidas las de los alcantarillados. Asimismo, lo encontramos en productos de consumo como son los cosméticos, colas, selladores (masilla, enmasillado o calafateo), envases de alimentos y algunos tipos de adhesivos.


El descubrimiento de la acrilamida en los alimentos


Inicialmente, la acrilamida sólo se conocía por su uso en procesos industriales como los antes descritos. La exposición accidental de los trabajadores que laboraban en este tipo de industrias a altos niveles de acrilamida permitió identificar a esta sustancia como una neurotoxina; es decir, que en dosis elevadas la acrilamida puede dañar el tejido nervioso de la persona. En animales se conoce que la exposición a dosis altas a esta sustancia genera cáncer y afecta la reproducción.

No es sino hasta el año 2002 cuando investigadores de la Universidad de Estocolmo (Suecia) realizaron un descubrimiento sorprendente: la formación y presencia de acrilamida en los alimentos. A partir de esta revelación, esta sustancia se ha encontrado presente en una extensa variedad de alimentos procesados a temperaturas elevadas que superan los 120°C o 248 °F; temperaturas que se presentan al freír, tostar o asar los alimentos



Inicialmente se descubrió la presencia de esta sustancia en las papas fritas, a la francesa y empaquetadas (o chips), las galletas dulces y saladas, el pan tostado, cereales de desayuno,  papas asadas, algunos productos de confitería y el café. Investigaciones posteriores hallaron su presencia además en las frutas deshidratadas, las verduras asadas, las aceitunas negras y algunos frutos secos tostados.


¿Cómo se forma la acrilamida en los alimentos?


La acrilamida se genera como resultado de lo que se conoce como la “reacción de Maillard”, la cual es una reacción química que se produce entre un aminoácido – muchos estudios asocian específicamente a la asparagina - (componente esencial de las proteínas) y un azúcar simple como la glucosa, la fructosa o la lactosa.

Para iniciar dicha reacción entre los componentes antes mencionados, el alimento debe ser sometido a una fuente de calor, generándose toda una serie de cambios químicos que resultan en la “caramelización” del alimento y la producción de una serie de compuestos de aroma y sabor. Estos compuestos combinados son los que proveen el aspecto y sabor característicos de los alimentos cocinados.



Uno de los ejemplos más típicos de la reacción de Maillard es el aspecto dorado que adquiere el pan blanco al tostarlo. Si bien el proceso de formación de la acrilamida se conoce de manera parcial, su formación parece depender del tipo de alimento, la temperatura y el tiempo que se tarda en cocinarlo. En general, el nivel de acrilamida de los alimentos que contienen almidón, como el pan o las patatas, aumenta cuando se cocinan a temperaturas altas y durante un período largo de tiempo.


¿Cuáles son los niveles de acrilamida hallados en los alimentos?


De manera general, los investigadores concuerdan en que los alimentos que presentan un contenido mayor de acrilamida son aquellos alimentos fritos u horneados, como los pasteles, las patatas o el pan.



A este respecto, el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés) publicó un listado de alimentos que contribuyen en gran medida al consumo total de acrilamida en la mayoría de los países:

  • Papas fritas (1630%),
  • Papas fritas de bolsa (chips) (646%),
  • Café (1339%),
  • Productos de pastelería y las galletas dulces (1020%),
  • Pan y bollería (1030%).

En este punto es importante destacar que hasta los momentos no se ha hallado presencia de acrilamida en alimentos que sean cocidos, escalfados o cocinados al vapor. Se establece como causa de esto que la temperatura máxima que se utiliza en estas técnicas no supera los 100°C, así como a la ausencia de caramelización.




¿Hay algo en el proceso de cocción que se pueda modificar para reducir la exposición de los alimentos a la acrilamida?


Según señala el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud de los E.E.U.U., se ha demostrado que al reducir el tiempo de cocción, blanquear las papas antes de freírlas (sumergirlas primero en agua hirviendo) y efectuar un secado posterior (secar en horno de convección o de aire caliente después de freír) reduce el contenido de acrilamida en algunos alimentos.

¿Es la acrilamida perjudicial para la salud?


Poco después del estudio sueco pionero en el tema, el antiguo Comité Científico sobre la Alimentación Humana (SCF, por sus siglas en inglés) informó sobre la posible amenaza que constituye para la salud la presencia de acrilamida en los alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que: “la acrilamida pertenece a un grupo de sustancias químicas que no parece tengan un umbral claramente identificable de sus efectos; es decir, que concentraciones muy reducidas conllevarían un riesgo muy reducido, pero no la ausencia de este”.

A fin de poder establecer mejor el riesgo proveniente de cocinar los alimentos a elevadas temperaturas, la Comisión Europea financió el proyecto llamado HEATOX (Sustancias tóxicas generadas al calentar los alimentos: identificación, caracterización y minimización del riesgo); el mismo tuvo como objetivo identificar, caracterizar y reducir el riesgo que suponen la ingesta de aquellos compuestos adversos producidos durante el proceso de cocción de los alimentos. 

Ya para el año 2007 se publicaron los cuatro (4) principales hallazgos del estudio basados en experimentos realizados en laboratorio:
1) la presencia de acrilamida en los alimentos puede ser un factor de riesgo para el cáncer;
2) se puede reducir el nivel de acrilamida presente en los alimentos, pero no erradicarlo totalmente;
3) contamos con métodos analíticos para detectar la presencia de acrilamida en los alimentos; y
4) cocinar los alimentos puede producir otros compuestos importantes para la salud.


¿Qué medidas se están adoptando para reducir el nivel de acrilamida presente en los alimentos?


La Asociación Europea de la Industria y Comercio de Alimentos y Bebidas (en inglés, CIAA) ha publicado una “Herramienta contra la acrilamida” que recoge los pasos a seguir tanto por los fabricantes de alimentos como por los consumidores para reducir el nivel de acrilamida en los alimentos.

A continuación dejo a su disposición los enlaces para acceder a las “Cajas de herramientas” para la reducción del contenido en acrilamida en:

Según indica la European Food Information Council (EUFIC), actualmente las investigaciones están dirigidas en encontrar la posibilidad de disminuir el nivel de acrilamida presente en los alimentos mediante el bloqueo de la reacción producida durante la cocción, haciendo uso de biotecnología y realizando adaptaciones en las actuales técnicas de cultivo. Así, por ejemplo, al aumentar el nivel de sulfato en la tierra y reducir el de nitrógeno, se ha observado una reducción del nivel de acrilamida en algunas cosechas. Por otro lado, disminuyendo el nivel de azúcares reductores (como la glucosa) presentes en las patatas, es posible reducir, al mismo tiempo, la concentración de acrilamida, ya que este tipo de azúcares son un componente clave de la reacción de Maillard. Igualmente, indicó que se trabaja con los genes de la planta responsables del control de la formación de asparagina.


Y nosotros... ¿qué podemos hacer?


Mientras las investigaciones siguen identificando modos de reducir la formación de acrilamida al calentar algunos alimentos, nosotros los consumidores debemos empezar a adoptar medidas que permitan reducir la presencia de este tipo de sustancias en nuestra alimentación. 

Pudiendo mencionarse las siguientes recomendaciones:

  • Evitar cocinar demasiado tales alimentos (para evitar el exceso de caramelización);
  • Seguir las instrucciones indicadas en los envases de alimentos y materiales de cocina;
  • Cocinar los alimentos más con agua o al vapor y empleando otros métodos similares que ayuden a reducir al mínimo la formación de acrilamida.
  • Consumir moderadamente aquellos productos que presentan un alto nivel de acrilamida, considerando que los mismos son, además, altamente energéticos;
  • Mantener una dieta sana y equilibrada, que sea baja en grasas y con alto contenido de fibra, rica en granos, frutas y vegetales. Recordemos que estos grupos de alimentos aportan al organismo una cantidad significativa de vitaminas y minerales, que en el organismo actúan como antioxidantes protectores contra la acción de los ardicales libres.


¿Existen otras maneras en las que los seres humanos estemos expuestos a la acrilamida?





Además de los alimentos, el humo de cigarrillo es otra de las principales fuentes de exposición a la acrilamida. Es probable que existan otras fuentes que contribuyan a la exposición a esta sustancia, aunque en menor medida que los alimentos y el tabaquismo; no obstante, aún no se tiene un conocimiento pleno de todas las fuentes de exposición. 




Fuente: 
Boletín del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación FOODTODAY. ¿Qué ocurre al cocinar los alimentos? ¿Cómo se forma la acrilamida?. EUFIC.
La acrilamida en los alimentos y el riesgo de cáncer. Instituto Nacional del Cáncer. Disponible en: http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/riesgo-causas/acrilamida-en-alimentos